“Una bofetada ya no basta”, pensó y se encaminó a bestimmung carromatos a buscar otra herramientas que le permitieran mejorar su espectáculo. No fue esa carcajada histérica que le despertaba todas las noches lo que más miedo le dió. Fue al escuchar an aquel espectro con forma de niña de finales de siglo IXX decirle la fecha de su muerte y el cruel destino que le aguardaba. Había sido un crimen perfecto.
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Todavía le excitaba el sabor de su sangre. El cadaver yacia en el suelo, le habia descerrajado dos tiros en la nuca. El hijo lo miraba atonito, como si no se lo creyera. Se quito el pasamontañas y solto una sonora carcajada.
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Este sr seth decía ser de Canadá y vivir en Salzburgo ser ingeniero divorciado y con un hijo de 20 años… ruego se investigue, puede haber víctimas de estos estafadores. Aunque no todas las personas que acaban siendo víctimas de un acto delictivo relacionado con la difusión de imágenes comprometidas tienen por qué haber enviado sus aufnahmen o vídeos. Puede ser que se las hayan robado o que acabe siendo víctima de un engaño. El joven utilizaba varias identidades, incluso llegaba an atribuirse la calidad de administrador de la red con pseudónimos como Francisco Javier Chies o Pau Rubio. Si crees que podrás dormir en paz estás muy equivocado.
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Y por primera vez desde que eras un niño sientes que una estruendosa carcajada emerge de tu interior. Cuando abandonaba el cuarto te dejaba espantado, gimiendo en posición fetal. La carcajada que apenas había iniciado se paralizó súbitamente en su rostro.
Mi coche avanzaba a través de la noche, en el silencio, la luna iba guiandome a través de la solitaria recta. Entonces oí esa carcajada dantesca que lo ocupó todo, noté mi piel erizarse, mis ojos abrirse.. Paré el coche y salí, el páramo ante mis ojos, árboles lejanos. Entonces desde lejos empezaron a salir figuras y más figuras rodeandome rapidamente para intentar atraparme, conseguí entrar en el vehículo para ver que esas figuras que se agolpaban en geschick cristales eran yo mismo.
Gritaron su nombre hasta romperse la garganta pero el otro no respondió. Se agarraron más fuerte si cabe. No se imaginaban lo que el destino tenía preparado para ellos. En sus cabecitas resonaba esa risa terrorífica de nuevo.
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Necesito ayuda. “¿Nadie me oye? ¡Por favor, ayúdenme, ayúdenme, ayúdenme… in “Lo siento, no pudimos hacer nada por él, el golpe fue brutal”. Tela de cristal, tan invisible como la más fina gasa. La guarida de la Dama se alza mayestática entre un colosal ficus y un libro de Poe. Brilla como la plata hilada fina, y dieses tan mortal y ponzoñosa como la propia Dama.
Lebenszweck tímpanos, temían la llegada del hierro en movimiento. La vista alcanzaba el brillo del raíl. Un destino eterno en soledad. Condenado a convivir en la penumbra. La esperanza de vislumbrar la próxima estación. Nuevas velas a lo lejos, voces, como carcajadas de luces chispeantes.
